Enfermedad de Reflujo: Un problema grave

17 junio, 2014 0

La Enfermedad de Reflujo Gastro-Esofágico, es un problema en muchas ocasiones no valorado por los médicos, pero que puede ser muy grave incluso invalidante, para el enfermo que lo padece.

El problema es tan variado como complejo; oscila entre los típicos síntomas de dolor en la boca del estómago (epigastrio), quemazón retro esternal que sube hasta el cuello y se acentúa al tumbarse o agacharse; que se acompaña de un diagnóstico endoscópico fácil y de una confirmación  Phmétrica y Manométrica clara; hasta los casos más complejos y atípicos, donde solo la amplia y larga experiencia  del médico, puede hacer el diagnóstico.

Estos casos, en los que las pruebas incluso pueden ser normales, se caracterizan por síntomas atípicos como faringitis, el paciente se levanta por la mañana con dolor en la garganta; disfonía, se queda afónico al poco rato de hablar, incluso en ocasiones amanece con esa afonía; dolor parotidio, es decir debajo y detrás de la oreja, sobre el lado que ha dormido y en casos extremos pérdida del esmalte de los dientes, teniendo que  dormir sentados o incorporados para que el reflujo no les pase al pulmón, tosa durante la noche y se despierte; incluso haga infecciones pulmonares de repetición.

En estos cuadros atípicos y de difícil diagnóstico, las pruebas de diagnóstico de reflujo pueden resultar normales o insignificantes en comparación con la grave clínica que padece el enfermo.

Hace una semana operamos el último paciente de estas características.

Se trata de un varón de 56 años, que presentaba clínica severa de dolor y quemazón retro esternal, con un sabor ácido abrasador en la garganta y dolor detrás de la oreja izquierda, con tos nocturna.

Desde hacía tres años tenía que dormir sentado, pues al tumbarse le venía una bocanada ácida a la boca, acompañada de tos y dolor.

Las pruebas practicadas (endoscopia, Phmetría y Manometría) solo reflejaban cardias abierto, y la Phmetría y Manometría eran normales. En conclusión: una gran discordancia entre los síntomas clínicos que padecía el paciente y las pruebas.

Finalmente, ante el continuo fracaso de controlar los dolores y síntomas con medicación, se programó la cirugía: control y cierre del cardias por laparoscopia. Al salir del quirófano ¡Paciente curado!

Al venir a visita para retirada de puntos, el paciente refiere que duerme tumbado, no tiene molestias y su sonrisa de oreja a oreja refleja su satisfacción.

Centro Laparoscópico Dr. Ballesta
Dr. Carlos Ballesta


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