Hace años publicamos un estudio resaltando las enfermedades que la obesidad producía en el corazón y como desaparecían tras la cirugía. (Relationship between adiponectin and left atrium size in uncomplicated obese patients: Adiponectin, a link between fat and heart -Ybarra, J., Resmini, E., Planas, F., Navarro-López, F., Webb, S., Pou, J.M., Santos, A., Ballesta-López, C. Obesity Surgery volume 19, issue 9, year 2009, pp. 1324 – 1332)

Recientemente La American Diabetes Association y la American Heart Association, han establecido de común acuerdo una declaración científica sobre los hábitos adecuados para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos afectos de diabetes tipo 2 (DM2), en la que incluye recomendaciones de opciones quirúrgicas para la pérdida de peso. (Bariatric News. AHA/ADA. Scientific Statement. Circulation. 2015;132:691-718)

Reconocen que la cirugía bariátrica es “el tratamiento más efectivo para obtener una pérdida de peso significativa y duradera en el tiempo, en los pacientes con obesidad” y que la cirugía bariátrica y metabólica cada vez está más aceptada para obtener resultados en la remisión de la diabetes tipo 2. Tanto la Federación Internacional de la Diabetes (2011) como la Sociedad de la Obesidad (2014) recomiendan que los adultos con un IMC >30 ó >35, respectivamente, con una obesidad con comorbilidades como la diabetes, deben ser dirigidos a un cirujano bariátrico.

Esta reciente declaración, corrobora las propuestas que venimos haciendo desde hace veinte años y publicadas en múltiples revistas científicas.

Está basada en los datos obtenidos sobre cirugía bariátrica entre 136 estudios. Aunque eran a corto plazo (˂ 5 años), después de > 22,000 operaciones bariátricas, siendo desigual los resultados en función de la operación realizada y obteniendo los mejores resultados con el by-pass y el switch duodenal.

Con relación a los seguimientos a largo plazo, la declaración cita datos del estudio Swedish Obese Subjects (SOS), que a los 15 años reportó una pérdida de peso mayor para el by-pass gástrico que para las otras operaciones estudiadas (banda y gastroplastia vertical anillada) consistentes solo en reducción gástrica.

La declaración también muestra que múltiples estudios han demostrado significantes y sustanciales mejoras en las glicemias en las diabetes tipo 2 en aquellos pacientes con obesidad severa (IMC ≥ 35 Kg/m2) después de los procedimientos quirúrgicos para la pérdida de peso. En un análisis que incluía 19 estudios (la mayoría de observación) y 4,070 pacientes reportados el porcentaje de resolución de la diabetes fue de 78% después de la cirugía bariátrica, pasando a ser pacientes no diabéticos con una hemoglobina glicosilada normal sin medicación.

Igualmente, estudios retrospectivos evaluaron el efecto de la cirugía metabólica en la progresión de las enfermedades microvasculares tales como la retinopatía y la neuropatía en los diabéticos tipo 2. Los resultados sugieren una importante reducción en el desarrollo de estas lesiones después de la cirugía bariátrica.

La clave fundamental para la indicación de esta cirugía es que se realice en centros donde los riesgos de complicaciones se reducen al mínimo; de ahí la importancia de centros especializados y auditados por las sociedades científicas.

Por lo que siguiendo la publicación, podemos concluir qué:

La cirugía bariátrica puede revertir o mejorar algunas enfermedades relacionadas con la obesidad, incluyendo la diabetes tipo 2

Existen evidencias que apoyan el descenso a medio y corto plazo de las enfermedades cardiovasculares, aunque estos datos se extraen de estudios únicamente observacionales.

La cirugía bariátrica puede ser particularmente adecuada para los pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad severa (IMC ≥35 Kg/m2) ya que estos pacientes pueden mejorase de las comorbilidades que provoca la obesidad y mejorar significativamente sus controles glicémicos en comparación solo con la terapia médica.

Estos dos datos unidos son el punto culminante de cómo la cirugía bariátrica funciona en la pérdida de peso, mejora de la A1c (con la que se mide la diabetes) y mejora en el factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares.