Entrevista al Dr. Carlos Ballesta en la Voz de Almería

5 agosto, 2015 0

Como cada mes de Agosto os deseamos unas merecidas vacaciones, relajadas en el lugar deseado y con la compañía elegida.

Dado que en Navidad recomendamos la Novela “Beatriz de Salcedo La Esclava Blanca”, de Editorial Sanchez (Granada). Que está teniendo una magnífica acogida.

Os dejo para este verano una entrevista informal sobre medicina y orígenes “El que no sabe de dónde viene, no va a ninguna parte” que apareció ayer en la Voz de Almería.

El centro seguirá abierto: nosotros visitando y operando lo que no pueda esperar hasta la última semana de agosto.

Pero damos vacaciones al Blog.

A continuación os dejamos las imágenes del periódico y la transcripción de la entrevista.

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Un médico de Almería logra curar la diabetes con operación

Dejar la insulina Tras la intervención el alta se da a las 48 horas y en unas pocas semanas deja de ser necesario inyectar la insulina.

Carlos Ballesta afirma que el tratamiento puede considerarse como el mayor avance médico del primer cuarto del Siglo XXI.

Es una de esas noticias que los millones de pacientes de esa cruel enfermedad llamada diabetes esperan oír durante toda su vidas: la diabetes se puede curar con una simple operación. En España el pionero y casi único especialista es un almeriense, Carlos Ballesta López. Su padre era de Huércal Overa, su madre de Arboleas y él se crió en esta última localidad del Almanzora hasta que los estudios y la profesión lo llevaron lejos de su tierra para seguir avanzando en su carrera. La esperanza Afirma sin tapujos que el tratamiento que lo ha hecho famoso es “ni más nim menos que un rayo de esperanza para los millones de personas que padecen esta enfermedad”. Y sostiene sin falsa modestia (y apoyado por la comunidad médica internacional), que “va a ser la gran aportación de la medicina en este primer cuarto del Siglo XXI, lo mismo que la cirujía laparoscópica lo fue al final del Siglo XX”. Considera que para muchos afectados es como ver una luz al final del túnel “porque es una enfermedad muy dura; buena parte de los enfermos acaban ciegos, amputados y con afecciones en órganos, como corazón o riñón, que llegan a ser mortales”. Un pionero en España Hasta hace unos años la medicación (metformina) o la insulina eran las únicas posibilidades de tratar, que no curar, la enfermedad. Sin embargo en la actualidad la cirugía tarde o temprano, van a producir la muerte o la incapacidad del que las padece”. Hormonas digestivas El objetivo de la intervención es conseguir una modificación en la actuación de las hormonas digestivas que lesionan el páncreas y, como consecuencia, provocan la diabetes. “Esto se consigue desviando los alimentos para que no pasen por el estómago, duodenopáncreas y primera parte del intestino, por eso recibe el nombre de bypass”. Si se actúa sólo sobre el estómago, realizando una banda gástrica la curación es del 50%, con un by-pass gástrico se obtiene hasta un 83% y con la cirugía metabólica, en la que Ballesta es pionera en España, llega hasta el 98% de los casos. Afirma que en 48 a 72 horas el paciente es dado de alta y, lo más espectacular, “en unos días o semanas el paciente deja de ser diabético (no necesita insulina) y se curan las enfermedades asociadas a la diabetes en ojos, corazón o riñón, e impide que el páncreas se deteriore hasta destruirse, logrando una función pancreática normal, suficiente para su función metabólica”. Carlos Ballesta fue el primero en la aplicación de esta técnica quirúrgica y en la actualidad todos los centros que realizan esta cirugía metabólica lo hacen utilizando la técnica que el implementó.

Cada grado de hemoglobina glicosidada que se baja reduce riesgo de morir, ceguera o amputaciones.

“Pacientes con 80 unidades de insulina dejarán de inyectarse a las dos o tres semanas de la intervención”

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“Los almerienses son muy inteligentes, han sabido evolucionar”

Los orígenes. Reivindica la provincia como un lugar de privilegio que es necesario conservar.

“Me siento orgulloso de ser almeriense y lo llevo por bandera”. Quien esto dice es Carlos Ballesta López, en cuyo currículum dice que es de Las Palmas de Gran Canaria. “Y realmente nací allí porque a mi padre lo exiliaron a Canarias en tiempos de Franco, pero a los pocos meses regresamos a la que es mi tierra”. Tiene firmemente asentado su origen almeriense y recuerda que su padre, que fue durante muchos años médico en Macael, era de Huércal Overa y su madre de Arboleas, al que considera su pueblo. Recuerda, para el que lo dude, que “Mariquita, la de la tienda de Arboleas de toda la vida, era mi tía”, y lo refuerza con familiares actuales, como su hermana, enfermera en el hospital La Inmaculada de Huércal Overa. Otro hermano reside en Garrucha. Afirma que Almería es una provincia magnífica, llena de contrastes y de bellezas, y por eso lanza una petición para que se pueda preservar su esencia. Es el caso de Arboleas, su patria chica, de la que lamenta que el urbanismo desenfrenado “porque todo lo que era la zona del barranco, donde tanto jugamos, lo han tirado”.

Carácter almeriense. Frente a quienes critican el carácter de los almerienses o su conformismo, Carlos Ballesta defiende que esta es “una provincia de gente inteligente, gente que ha sabido adaptarse a las condiciones de su territorio y han sabido sacar partido de sus fortalezas y hasta de sus debilidades. Considera “una suerte” que Almería esté alejada del resto de Andalucía “porque somos diferentes y tenemos capacidad para evolucionar y cambiar las cosas”. Además nuestros vínculos con el levante son también muy fuertes”.

Las vivencias. Para dejar patente su ADN almeriense, cuenta que todo su mundo infantil y juvenil está vinculado con esta provincia, en la que sigue residiendo toda su familia. Sus juegos infantiles tenían en las cuevas del barranco de Arboleas un escenario prácticamente perfecto, y en el Río Almanzora el punto dentral de sus aventuras. Cuando le llegó la adolescencia se trasladó a Almería para cursar el bachillerato en el Instituto Nicolás Salmerón. Entonces estuvo residiendo en el colegio menor Alejandro Salazar. Tiempos de estudios y también de diversión, “aún recuerdo perfectamente las cervezas y las tapas de jibia en Los Claveles, un bar que creo que aún sigue abierto”.

El estudiante. Tiempo también de playas y de compañeros, de los primeros escarceos con las muchachas del Zapillo y de una libertad conquistada con el atrevimiento de la juventud. Años de estudio pero también de descubrimiento de las cosas de la vida, años que siguen vivos en su memoria y que representan el aprendizaje de la vida. Hoy Carlos Ballesta es uno de los profesionales de la medicina más reconocidos a nivel nacional e internacional, pero sus recuerdos, y su casa de Terreros, a la que acude puntual cada verano, le mantienen anclado en Almería. Este verano volverá a esa casa y recorrerá de nuevo, una vez más, los escenarios de su vida, aquellos que le proporcionaron la fecilidad de los años mozos. El médico almeriense luce con orgullo la concesión del ‘Almendro de Plata’ que le concedieron sus paisanos no hacen muchos años. Fue entonces su reconocimiento a una trayectoria profesional brillante y a un almeriensismo que lleva por bandera allá a donde viaja.