Cuando operar la hernia de estómago

17 julio, 2014 2

Una de las preguntas más comunes que nos hacen en el blog es:

Doctor, tengo una hernia de estómago – y después de transcribir el resultado de  la endoscopia, concluyen – ¿Me aconseja que me opere?

Dado que esta semana tengo que desplazarme a Arequipa (Perú) para responder a esa misma pregunta en la Sociedad de Especialistas del Aparato Digestivo, les dejo las conclusiones de lo que expondré allí.

Hay cuatro tipos de hernia de estómago:
La tipo I, a su vez la más común, representa hasta el 95% de las hernias de estómago. Consiste en una elongación de las estructuras que fijan el abdomen, el estómago y la unión esófago-gástrica. Si no hay clínica de reflujo y no tienen esofagitis, no han de operarse. Solo cuando tienen clínica severa con repercusión en pruebas, es aconsejable operar; pues la cirugía laparoscópica corrige la hernia y elimina la sintomatología.

La tipo II o paraesofágica es el paso de parte del estómago al tórax, permaneciendo la fijación de la unión esófago-gástrica en el abdomen. No suelen tener clínica de reflujo, y se manifiestan por presión torácica y palpitaciones después de las comidas. Dependiendo de la clínica y características del paciente, estará justificada la cirugía para reponer el estómago en su lugar y cerrar el orificio por donde pasaba al tórax.

Las de tipo III o mixtas reúnen las características de las de tipo I y II; son las más comunes entre las llamadas paraesofágicas. En este caso, recomendamos siempre tratamiento quirúrgico. Las ventajas de la cirugía superan en mucho a sus inconvenientes.

Las de tipo IV o complejas, son aquellas tan grandes, que son la expresión máxima de las II y III, en las que el orificio permite que pasen al tórax, además del estómago, otros órganos como el intestino, bazo, colon y epiplón.

Se caracterizan por sumar todos los síntomas de las anteriores. Tras el diagnóstico su tratamiento es siempre quirúrgico y tras el cierre del orificio, se aconseja reforzarlo con una malla.

hernia de estómago
Hernia Paraesofágica Gigante

Dicho lo anterior, algunos pacientes consultan por clínica de reflujo severo y en el estudio no se evidencia la existencia de hernia de estómago.

Es el momento de aclarar que hernia de estómago y la enfermedad de reflujo gastro-esofágico, no son equivalentes. Pueden estar uno sin el otro, o ir juntos.

Cuando esto ocurre hay que estudiar muy bien la enfermedad del reflujo y valorar por un experto, si está indicada o no la cirugía. Si se opera sin que haya indicación quirúrgica, los problemas que aparecen después de la cirugía agravarán la situación clínica del paciente.

Dicho esto hay que aclarar para tranquilidad de las personas que padecen reflujo, que la hernia de estómago es la causa más frecuente del reflujo gastro-esofágico patológico y sintomático. Solo en el 10% la enfermedad de reflujo no está ligada a la hernia de estómago por deslizamiento.

El tratamiento quirúrgico u operación de hernia de estómago con o sin reflujo, ha de cumplir los siguientes requisitos para cura de la enfermedad:

  • Reducción y eliminación del saco de la hernia.
  • Identificación y movilización del esófago.
  • Identificación de la unión del esófago y estómago.
  • Realización de una amplia ventana retroesofágica.
  • Reducción del estómago y esófago al abdomen al menos de 2 ó 3 cm de esófago.
  • Cierre del orificio herniario (pilares diafragmáticos).
  • Confección y fijación de la funduplicatura.

Como conseguir todo lo anterior con los mejores resultados queda en manos de la experiencia del cirujano.

Centro Laparoscópico Dr. Ballesta
Dr. Carlos Ballesta


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