Los resultados obtenidos en la cirugía de la obesidad, dependen de muchos factores. Cuando hablamos de resultados, incluyen desde la pérdida de peso, curación de la diabetes, calidad de post operatorio, hasta las complicaciones y el poder resolver las más graves.

Ya hemos escrito en anteriores post sobre el riesgo quirúrgico de los pacientes obesos. La obesidad grave (más de 120 kg) IMC superior a 50 y sobre todo a 60, es un factor que hace más difícil la cirugía y aumenta el riesgo de complicaciones.

Las comorbilidades o enfermedades que vienen asociadas a la obesidad grave, como la diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón (infarto, lesiones cardíacas), pulmón, apneas del sueño, etc…condicionan la capacidad de respuesta del enfermo ante una complicación; cuantas más comorbilidades tenga y más graves sean, menos posibilidades tiene de superar la complicación.

Respecto al cirujano, cuanta más experiencia tenga, menos riesgos de complicaciones hay para el paciente, y si aparecen más claro tendrá como resolverlas, evitando un desenlace no deseado. Es fácil entender que los resultados de la cirugía no serán igual si le opera un cirujano que es su primera operación, la diez, la cien o la mil.

Sin embargo junto a todo lo