La cirugía laparoscópica ha supuesto un gran avance en el tratamiento de la hernia de estómago o hiato. Antes de que se utilizara esta técnica y tecnología para operar, los médicos y especialmente los especialistas de digestivo, eran reacios a recomendar la operación abierta por los siguientes motivos:

Después de operar una hernia de estómago era común que apareciera una de pared abdominal o eventración, más difícil de controlar que la primera.

El tener que actuar en campos profundos especialmente en los obesos, hacía la operación difícil, no exenta de lesiones de bazo y otras complicaciones.

Las recuperaciones de la cirugía (al realizarse por laparotomía o cirugía abierta) eran lentas, duraban semanas incluso meses.

Tras la aplicación de la cirugía laparoscópica para tratar la hernia de estómago, que nosotros realizamos desde 1992, esos problemas desaparecieron y la operación se transformó en algo muy común, sobretodo en centros especializados en laparoscopia, deviniendo una técnica sencilla y reglada. Esto ha hecho que incluso en hospitales no especializados se realice la operación como una técnica más, con mejores o peores resultados.

El problema surge, cuando hay que volver a operar a una persona que ha sido ya operada de hernia de estómago y