El concepto general de cirrosis hepática, está ligado a hepatitis o alcohol principalmente (según la cultura popular). Independientemente de que estas etiologías son la causa más común de la enfermedad, existen otros grupos etiológicos que se ha de tener en cuenta a la hora de etiquetar la cirrosis y sus consecuencias.

El objetivo de este post es mostrar lo que ocurre en el abdomen después de una cirrosis y alertar del abuso de medicación.

Recientemente, hemos asistido a una paciente diagnosticada de cirrosis biliar primaria, asociada a síndrome metabólico (diabetes, hipertensión, triglicéridos, colesterol, etc…) lo que obligaba a tomar desde hace años, ingentes cantidades de medicación.

Tras el estudio inicial, se puso en duda el diagnóstico de cirrosis biliar primaria que traía la paciente y se le informó de la necesidad de realizar biopsia hepática para filiar la cirrosis previa a su tratamiento.

En la intervención, cuyo vídeo mostramos, se comprobó una cirrosis macro nodular con una hipertensión portal y circulación colateral importante (ver vídeo)

La biopsia descarta cirrosis biliar primaria y orienta a una cirrosis (con componente biliar) producida por la medicación que la paciente toma desde hace años, para controlar el síndrome metabólico.

¿Cuál es el futuro de