La cirugía del cáncer de recto bajo plantea dos cuestiones de interés:

¿Es necesaria la amputación y colostomía o bolsa definitiva?

¿Se puede realizar por laparoscopia o necesariamente hay que abrir al paciente?

Para responder a esas dos preguntas lo primero que se ha de especificar es que el primer objetivo es curar al paciente del cáncer y eso comporta limpiar todos los ganglios por donde se extiende el tumor y realizar el empalme de la continuidad intestinal con márgenes suficientemente amplios libres de tumor, lo cual se consigue con 3 cm sanos.

Esto responde a la primera pregunta.

Todo cáncer situado por encima de los 3 cm del margen anal puede ser operado sin necesidad de dejar una bolsa definitiva.

A la segunda pregunta de si esta cirugía se puede realizar por laparoscopia, la respuesta es SÍ.

Por laparoscopia se puede limpiar todo el recto con el mesorrecto incluido, con mejor visión y precisión que abriendo al enfermo y con una limpieza ganglionar superior a la cirugía abierta.

En conclusión: por laparoscopia se realiza una cirugía de recto más oncológica y segura que por cirugía abierta.

Es necesario aclarar que esta cirugía solo es segura cuando la