Una de las preguntas más comunes que nos hacen en el blog es:

Doctor, tengo una hernia de estómago – y después de transcribir el resultado de  la endoscopia, concluyen – ¿Me aconseja que me opere?

Dado que esta semana tengo que desplazarme a Arequipa (Perú) para responder a esa misma pregunta en la Sociedad de Especialistas del Aparato Digestivo, les dejo las conclusiones de lo que expondré allí.

Hay cuatro tipos de hernia de estómago:
La tipo I, a su vez la más común, representa hasta el 95% de las hernias de estómago. Consiste en una elongación de las estructuras que fijan el abdomen, el estómago y la unión esófago-gástrica. Si no hay clínica de reflujo y no tienen esofagitis, no han de operarse. Solo cuando tienen clínica severa con repercusión en pruebas, es aconsejable operar; pues la cirugía laparoscópica corrige la hernia y elimina la sintomatología.

La tipo II o paraesofágica es el paso de parte del estómago al tórax, permaneciendo la fijación de la unión esófago-gástrica en el abdomen. No suelen tener clínica de reflujo, y se manifiestan por presión torácica y palpitaciones después de las comidas. Dependiendo de la clínica y