25 febrero, 2015 tiroides37

Son muchas y confusas las preguntas qué sobre enfermedades del tiroides nos realizan los seguidores del blog. Con objeto de aclarar esas dudas, hemos pedido al Dr. Juan Ybarra, endocrino de CLB que exponga unos conceptos básicos sobre esta patología.

Introducción

El tiroides es una glándula situada en la parte anterior del cuello. Tiene forma de pajarita y está formada por dos lóbulos unidos en su parte central por una porción más estrecha que se conoce como istmo.

Su principal función es la producción de las hormonas tiroideas, de las que existen dos tipos: Tiroxina (T4) y triiodotironina (T3).

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Cambios en el tamaño y la forma del tiroides

El aumento del tamaño del tiroides se llama bocio. Este bocio puede ser difuso o nodular (formado por uno o varios nódulos). Por lo tanto, existe el llamado bocio nodular o multinodular.

El ser humano es portador de múltiples nódulos en las glándulas de su cuerpo. Los nódulos tiroideos son relativamente frecuentes, especialmente en mujeres, como también lo son los nódulos en mamas, ovarios y glándulas suprarrenales. No es de extrañar que constituyan la causa más frecuente de consulta por temas relacionados con el tiroides. En su gran mayoría son de naturaleza benigna.

Pueden medir desde milímetros (nódulos infracentimétricos) hasta varios centímetros. A partir de un centímetro, ya pueden ser analizados mediante una punción, comunmente conocida como Punción Aspiración con Aguja Fina (PAAF). El resultado de la PAAF nos ayuda a saber si el nódulo es benigno o maligno. Si es benigno, el médico suele esperar y vigilar el posible crecimiento del nódulo. El método más exacto para valorar el crecimiento es la ecografía tiroidea.

Los síntomas de los nódulos son dolor local y, a veces, cambios en la voz o dificultad al tragar.

Tratamiento:

* Quirúrgico: para aquellos nódulos tiroideos mayores de 4 centímetros o menores, pero con crecimiento progresivo y que se sospecha que pueden ser malignos independientemente del tamaño. También se operan aquellos nódulos que aún siendo benignos provocan compresión de las estructuras vecinas: esófago, traquea, cuerdas vocales, provocando dificultad para tragar, respirar y cambios en la voz.

* Seguimiento con analítica y ecografía

Alteración del funcionamiento del tiroides:

La función del tiroides también puede verse alterada, acompañando o no a una alteración de forma.

El déficit del funcionamiento se llama hipotiroidismo y el exceso, hipertiroidismo.

Diagnóstico:

* Hipotiroidismo: se diagnostica mediante una analítica en la que destaca la TSH elevada y la T3 y T4 dentro del rango normal o bajas.

* Hipertiroidismo: se diagnostica mediante una analítica en la que destaca la TSH baja y la T3 y T4 dentro del rango normal o altas.

Síntomas:

* Hipotiroidismo: cansancio, piel seca, estreñimiento, somnolencia, voz grave, menstruación abundante, intolerancia al frío, hinchazón y aumento de peso.

* Hipertiroidismo: cansancio, temblores, palpitaciones, pérdida de peso, aumento de la sudoración, intolerancia al calor, ansiedad, nerviosismo

Pruebas utilizadas para estudiar el tiroides:

Analítica (sangre):

* Determinación de TSH (tirotropina), T4 libre, T3 total, T3 libre, anticuerpos anti-tiroideos (antiperoxidasa y antiroglobulina), tiroglobulina.

Ecografía de tiroides:

* Permite observar con definición la forma del tiroides y medir el tamaño de los nódulos

* Permite estudiar la cantidad de sangre (irrigación) y la forma en que llega a los nódulos

Gammagrafía de tiroides:

* Prueba perteneciente a la especialidad de medicina nuclear que consiste en administrar contraste endovenoso y observar la forma del tiroides según la cantidad de contraste que va captando. Hay dos tipos de contraste: tecnecio y yodo 131.

Otras:

* RX torax y TAC para el estudio de bocios que se extienden (descienden) hacia el tórax.

* PET para el estudio de restos tiroideos en pacientes diagnosticados de cáncer de tiroides.

* PAAF (punción aspiración con aguja fina)

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Cáncer de Tiroides:

Hay cuatro tipos de cáncer de tiroides:

* Papilar

* Folicular

* Medular

* Anaplásico
El cáncer papilar y el folicular se conocen como cáncer diferenciado de tiroides y se curan con mucha frecuencia.

El medular suele ser hereditario y su pronóstico es peor.

El anaplásico es el de peor pronóstico y suele presentarse en personas mayores.

Tratamiento:

* Quirúrgico: para aquellos nódulos tiroideos mayores de 4 centímetros o menores, pero con crecimiento progresivo y que se sospecha que pueden ser malignos independientemente del tamaño.

También se puede dar tratamiento quirúrgico a la tiroiditis (inflamación del tiroides) con hipertiroidismo (tipo enfermedad de Graves-Basedow) rebelde al tratamiento farmacológico.

* Radioyodo: tratamiento del hipertiroidismo (nódulo tóxico, enfermedad de Graves-Basedow), tratamiento para eliminar restos de tiroides en el cáncer diferenciado de tiroides.

* Farmacológico: hormona tiroidea (tiroxina) en el tratamiento sustitutivo del hipotiroidismo y fármacos que frenan la producción de hormona tiroidea (tipo neotomizol).

* Radioterapia externa: indicada en el carcinoma anaplásico del tiroides como tratamiento paliativo

Para el seguimiento del cáncer de tiroides se utilizan las siguientes pruebas, que sirven para detectar la presencia de restos tiroideos:

* Determinación de tiroglobulina en la analítica

* Ecografía de tiroides

* Rastreo corporal total con radioyodo

En el tratamiento de pacientes con carcinoma de tiroides la dosis empleada de tiroxina es más alta para mantener la TSH por debajo de 0,1. Se ha comprobado en los pacientes que no la mantienen una tasa de reaparición del cáncer superior a los que cumplen estrictamente las normas.